La Misa exequial (de corpore insepulto) se celebra en el Templo parroquial o bien en la Capilla del Tanatorio, bien a modo de Misa o celebración de la Palabra (responso). Asisten allí siempre que es posible los sacerdotes de la parroquia coordinados por los responsables del mismo.
Posteriormente tiene un profundo significado cristiano ofrecer una Misa por su eterno descanso en la Parroquia.